No puedo llegar a comprender el porqué, pero es lo que siento de adentro hacia fuera, por eso escribo y así me sale directo hacia ti.
Si ahora mismo pudiese ir a tu lado, lo haría sin pensarlo ¡bueno, no es cierto! Si lo haría pensando, y meditando el camino más corto, para así antes poder besar tus labios y estar a tu lado.
Del mismo modo, iría dejando los pétalos de las flores de mi jardín en
el camino, para dejar mi rastro y darte la posibilidad, de si lo deseas,
algún día poder seguir mi camino y venir a mí como hoy yo lo hago
contigo… Aunque sea con solo palabras, se que me sentirás en tu alma.
Veo tu sonrisa y veo mi alegría; veo tu cuerpo y veo pasión; veo tu piel y veo mis dedos; veo tus ojos y veo el mar como un día de marea fresca y soleada.
Te veo y te deseo y cuando te imagino, te quiero de nuevo y te vuelvo a desear.
Seguro que me encartaría aprender a amarte algún día.
¡Ahhh y, tal vez, también tomar este trago entre reflexiones y sonrisas!
Veo tu sonrisa y veo mi alegría; veo tu cuerpo y veo pasión; veo tu piel y veo mis dedos; veo tus ojos y veo el mar como un día de marea fresca y soleada.
Te veo y te deseo y cuando te imagino, te quiero de nuevo y te vuelvo a desear.
Seguro que me encartaría aprender a amarte algún día.
¡Ahhh y, tal vez, también tomar este trago entre reflexiones y sonrisas!
Albert Espinola
No hay comentarios:
Publicar un comentario