lunes, 16 de noviembre de 2015

No me dejes.

No me dejes.
Ahora que por fin te he encontrado, por favor, no me dejes.
Aunque a partir de hoy tengas cada día un nuevo motivo para abandonarme.
Te lo ruego.
No me dejes.
A medida que vayas descubriendo mi catálogo de defectos.
O que pongas a prueba mis virtudes de temporada.
Te lo suplico.
No me dejes.
Y cuando ya se me hayan acabado todos los trucos.
Cuando me equivoque más veces de las que acierte.
Cuando dejen de hacerte gracia mis chistes repetidos.
Sólo te pido una cosa.
No me dejes.                  
El día que ya te sepas todo mi vestuario.
Cuando ya puedas contar mis historietas mejor que yo.
Cuando ya me sea imposible sorprenderte con nada.
Y este príncipe azul  destiña por los cuatro costados.
Y cuando otras personas se te presenten apasionantes, nuevas y misteriosas.
Tu sigue conmigo y no me dejes.
Ya sé que tampoco te estoy dando ninguna razón para quedarte.
Pero es que el día que necesites alguna razón para quedarte.
El día que tengas que tirar de ella para seguir aquí.
Ese día te lo ruego, hazte un favor y déjame.

Risto

No hay comentarios: